Los pies del Hobbit
Los hobbits, descendientes de los caminadores, son una raza fuerte capaz de caminar kilómetros y kilómetros sin cansarse. Acostumbrados a caminar descalzos, tienen unos pies grandes y peludos, con callos que hacen las veces de fortaleza contra cristales y piedras afiladas y los protegen de posibles heridas y magulladuras. Los pies de Bilbo Bolsón, particularmente, son tan grandes como su cabeza y tienen una magnífica resistencia a las altas temperaturas.
No obstante, aunque todo parezcan ventajas ahora mismo. Los hobbits padecen del mar de altura en los pies, esto significa que no pueden estar mucho tiempo en lo alto de una montaña, por ejemplo. Tampoco pueden nadar a grandes profundidades o bajar bruscamente de un sitio muy alto a un sitio muy bajo, pues la propia presión atmosférica los haría estallar.
En un diario viejo que porta Gandalf aparece una gráfica del trayecto, en donde se puede ver la altura que se alcanza según vayan avanzando.
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Como ayudantes en este viaje, vamos a ayudar a Bilbo antes de que parta advirtiéndole en qué lugares puede estar y qué tramos serán más costosos. Valiéndote de dicha gráfica, señala:
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Cuántos kilómetros se recorren en la primera etapa.
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Qué altitud máxima alcanzan en esta etapa.
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Los tramos en los que Bilbo tendrá que ascender y descender, ¿cómo se llaman esos intervalos?
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Los puntos del trayecto en los que se alcanzan máximos y mínimos relativos, sitios en donde Bilbo tendrá especial cuidado con sus pies.
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¿Hay tramos donde ni asciendan ni desciendan?
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Visualmente, ¿qué tramo crees que le costará más a Bilbo? ¿Por qué?
7) Hay una segunda opción, una ruta que parece ser más rápida. Sin embargo, parece más complicada para Bilbo. Los datos de la ruta están anotados en el margen del diario, con la ayuda del GeoGebra, representa los datos para comparar ambas alternativas. ¿Qué ruta le recomendarías a Bilbo?
Ruta alternativa